sábado, 21 de enero de 2012

El canciller británico pidió al Gobierno argentino "detener los intentos de intimidación" a los kelpers

William Hague insistió en que los malvinenses tienen "derecho a determinar su propio futuro" a 30 años del conflicto del Atlántico Sur. Timerman, en tanto, aseguró que el aval de EE.UU. a un diálogo directo por las islas es un "reconocimiento" a la estrategia diplomática argentina.



El canciller británico William Hague exhortó hoy al gobierno argentino a "detener los intentos de intimidación" a los habitantes de las islas Malvinas, en otro capítulo de la escalada diplomática entre ambos países por la soberanía del archipiélago.

"Si (el gobierno argentino) quiere realmente que se progrese, debe detener sus intentos de intimidación a la población civil" y aceptar discutir los medios para "trabajar juntos por el interés común en el Atlántico Sur", expresó el jefe del Foreign Office en un artículo publicado por el diario conservador The Times.
Hague consideró que los malvinenses tienen "derecho a determinar su propio futuro y desarrollar su propia comunidad y economía (...) treinta años después de la invasión argentina". Asimismo, insistió en su escrito sobre "el derecho inalienable de unos habitantes de las islas a seguir siendo británicos, en nombre de la autodeterminación".
El canciller sostuvo que muchos habitantes "son la novena generación de británicos" que viven en el lugar, y "muchos se dirán de las Malvinas y, luego, británicos". Asimismo, manifestó que Londres está a favor de la cooperación con Buenos Aires en áreas como la gestión de la pesca, exploración petrolera o el fortalecimiento de los enlaces marítimos y aéreos entre la archipiélago y el subcontinente latinoamericano.
Sin embargo, lamentó "la óptica menos constructiva de los argentinos" en los últimos tiempos y citó en particular las recientes medidas para "restringir la navegación de los barcos pesqueros de las Malvinas" en el Estrecho de Magallanes, o sus posibilidades de hacer escala en los puertos latinoamericanos.
Hague dijo que esperaba que esas medidas no tengan ningún efecto, pese a las declaraciones de solidaridad de los Estados miembros del Mercosur. "No siento que haya ningún apetito en la región para unirse a la Argentina en sus intentos de poner en peligro la economía de las islas o para atacar los medios de vida de los isleños y me congratulo por ello", señaló Hague, quien retornó hace pocos día de una visita oficial a Brasil.
Por su parte, el canciller argentino, Héctor Timerman, celebró desde Managua el pedido de diálogo directo formulado por Estados Unidos. Al respecto, consideró que el pronunciamiento de Washington "va a ser recibido con gran beneplácito por todo el pueblo latinoamericano, porque es un reconocimiento a una lucha que no sólo es de la Argentina, sino que es de todos los pueblos libres de América Latina".

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