Por medio de un proyecto presentado en la Cámara de Diputados, se pretende modificar el Código de Faltas de la provincia para sancionar la violencia en las escuelas. Desde hace un tiempo, los establecimientos educativos son escenario de enfrentamientos juveniles y también hacia los docentes, y eso preocupa a las autoridades.
El ataque sufrido por un profesor del Colegio “Hipólito Yrigoyen” y los enfrentamientos que se sucedieron hace semanas en el Liceo “Pedro Ferré” y otros establecimientos, encendió la luz de alerta en las autoridades.
Una de esas alarmas llegó hasta la Cámara de Diputados donde el legislador Carlos Rubín presentó una iniciativa que pretende frenar esa ola de violencia. El diputado justicialista presentó un proyecto para modificar el Código de Faltas de la provincia.
Rubín aseguró que es un problema de “compleja solución” pero que “es necesario que nos ocupemos de forma perentoria de encontrar estrategias que vayan subsanado puntualmente hechos concretos”. Por ese motivo, propone agregarle al Código de Faltas el artículo 50 bis en el libro segundo -título II- “Faltas Contra la Seguridad y la Tranquilidad Pública, sanciones a la violencia en el sistema educativo”.
De acuerdo al proyecto presentado, el artículo 50 bis quedará redactado de la siguiente manera: “serán considerados agravantes de las faltas tipificadas en el presente TITULO II , duplicándose las UNIDADES DE MULTAS (UM) y los días de ARRESTO que correspondan, en los casos en que fueran víctimas docentes, personal educativo o alumnos de cualquier tipo y nivel . Igual agravamiento se producirá para sancionar las conductas dañinas u ofensivas de los edificios e instalaciones de establecimientos educacionales”.
En su fundamentos el legislador del bloque del Frente para la Victoria indica que “cada vez más frecuentes, se tornan los hechos conocidos por distintos medios de la creciente violencia en el sistema educativo. En algunos casos se da hacia los docentes e involucra alumnos, en otros entre alumnos dentro y fuera del establecimiento y en reiteradas ocasiones aparecen daños a las infraestructura de las instituciones educativas”.
Además cita el caso del profesor de Educación Física de la Escuela “Hipólito Yrigoyen” sufrió un ataque de manos de cuatro personas con armas blancas que cubrían sus rostros con medias de nylon, cuando llegaba a su domicilio. Y se supone que el motivo fue un antiguo inconveniente que había tenido el profesional con unos alumnos de la Institución. Cuando en una clase recordó que durante las actividades físicas se quiten todo tipo de aros o ciertos accesorios como pirsin (piercing) para evitar engancharse o sufrir algún percance. A raíz del ataque, el docente de 52 años tiene ocho puntos en el brazo izquierdo, cortes profundos en la muñeca y heridas cortantes en el codo.
De la misma manera, recuerda otros hechos relacionados en el ámbito educativo y asegura que “no desconocemos que la problemática es muy compleja, para un abordaje integral. Pero es necesario que nos ocupemos de forma perentoria de encontrar estrategias, que vayan subsanado puntualmente hechos concretos, como los que sanciona el Código de Faltas de la Provincia Decreto Ley Nº 124/01, referido específicamente al ámbito docente educativo”.
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