viernes, 16 de agosto de 2013

Cristina desparrama culpas por la derrota electoral


Los gritos de la Presidenta retumbaron el domingo pasado, cuando la derrota sacudió a la Casa Rosada: “De Vido es el culpable”, bramó. Cristina acusó al ministro de Planificación de la pérdida de votos en el Conurbano y lo responsabilizó por el fuerte traspié en los bastiones bonaerenses. La embestida obedeció al desconcierto que se vive en su círculo íntimo y a un hecho que ella misma recordó. De Vido fue –por pedido del propio ministro– el encargado de acordar con los barones del GBA y distribuir recursos para obras públicas electorales, en los distritos clave.

“Sólo el que esté con nosotros va a recibir plata”, amenazaba De Vido a los intendentes adictos, durante las reuniones que se hacían a espaldas de Daniel Scioli. La furia presidencial lo fulminó y el dato fue utilizado por sus enemigos políticos para arrinconarlo en el gabinete. Se volvió hablar de su renuncia, versión que motorizaron estas jornadas Axel Kicillof y Guillermo Moreno.
La hermética información llegó al mundo de los negocios a través de los habituales interlocutores del ministro. En esas confidencias, De Vido se quejó: “Yo arreglé obras, pero después en muchos casos los fondos nunca llegaron ”.



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