Las aplicaciones para celular están revolucionando la salud
Por Marcelo Bellucci
Ya hay 20 mil herramientas médicas para teléfonos inteligentes. Sirven para controlar la glucosa, hacer monitoreos cardíacos y consultar sobre alimentos saludables o vacunas. Se descargan gratis.
El concepto de mHealth o salud móvil está revolucionando el sistema actual del cuidado sanitario. Ya existen entre 16 y 20 mil aplicaciones médicas, se espera que este año crezcan un 20% y más de 500 millones de personas las usarán en 2015, según informes de la Global Mobile Health Market Report.
Mediante
un teléfono inteligente con sistema Android, Windows Phone o desde un
iPhone, se pueden bajar aplicaciones (apps) que, entre otras
prestaciones, permiten hacer monitoreos del ritmo cardíaco, medir el
nivel de glucosa en la sangre, conocer los primeros auxilios ante una
emergencia, acceder al calendario de vacunación o recordar la toma de un
medicamento, entre otros beneficios.
Un claro ejemplo de los alcances de esta tecnología son los pañales “inteligentes”, capaces de detectar posibles infecciones urinarias, disfunciones renales, e incluso deshidratación
en bebés o ancianos. La empresa norteamericana Pixie Scientific
desarrolló estos pañales que vienen con una especie de código QR de
colores. Mediante una app, el teléfono escanea estos códigos y logra
lecturas precisas de los datos químicos basados en los cambios de color.
Otro
caso: si una persona necesita una donación de sangre urgente, bastaría
con tener el sistema BloodyHelp, que pone en contacto a los pacientes
con potenciales donantes cercanos que tengan el mismo grupo sanguíneo.
Mientras
que Social Diabetes, seleccionada como mejor aplicación de salud en
2012 por Naciones Unidas y la UNESCO, da información sobre los tipos de
diabetes, realiza el cálculo automático de insulina, ayuda a prevenir
hipoglucemias y permite contactar al médico de manera online para
realizar un seguimiento mediante el software instalado en el celular.
El
ministerio de Salud bonaerense lanzó “BA sin T.A.C.C” (sin trigo,
avena, cebada y centeno) una aplicación que suministra información a los
celíacos sobre los 1.241 alimentos libres de gluten aprobados por la
cartera sanitaria. También la Fundación Interamericana del Corazón de
Argentina habilitó –sólo para Android– la app “Argentina libre de grasas
trans” que asiste a los usuarios para seleccionar alimentos saludables.
Si algo queda en claro es que ninguno de estos softwares puede reemplazar la consulta al médico. Para el doctor Pablo Resnik, presidente del Centro de Investigaciones Médicas de Ansiedad, “ son muy útiles para poder orientar en la ayuda de búsqueda profesional y agilizar la atención
”. Esto se da en el marco de un incipiente cambio en los hábitos de
atención. En la actualidad, de hecho, “si el paciente no puede venir, es
común realizar la consulta a distancia por videoconferencia”.
Para
evitar conflictos, en los Estados Unidos, la FDA (Federal Drugs
Administration) creó un certificado para aquellas apps de salud que
podrían presentar algún riesgo para los pacientes en caso de no
funcionar correctamente.
La IMS, el gigante de la información e
investigación sobre salud, hizo un relevamiento mundial y analizó unas
40.000 apps. El resultado fue publicado como “Patient Apps for Improved
Healthcare” y señala que sólo 16.000 de estas apps tienen cierto valor para su uso en temas de salud.
El objetivo que mueve el mHealth incluye el acceso del paciente a su propia historia clínica digital, monitorización remota o recordatorios de citas o medicamentos por el canal móvil y recepción de información nutricional.
De
acuerdo con el Mobile World Capital, están en fase de desarrollo
sistemas de comunicación que permitirán a los médicos interactuar por
Internet con los pacientes con enfermedades que necesitan de un control
constante.
Mediante este método que aprovechan tanto doctores como
pacientes, se ahorrarán –según una proyección global realizada por el
PwC y GSMA– 42 millones de días de trabajo de médicos, que posibilitaría
tratar a 126 millones de nuevos pacientes sin inversiones adicionales
en personal sanitario. Eso sin contar con una reducción de un 18% del
costo sanitario per cápita, que llegaría hasta un 35% en el caso del
tratamiento de enfermedades crónicas. En los Estados Unidos, además, un
47% de los profesionales declaró ahorrar más de 20 minutos al día
gracias a este tipo de aplicaciones médicas especializadas y el 42%
afirmó que éstas permitían evitar una media de dos errores semanales.
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