UNIDAD PENAL Nº 6 DE SAN CAYETANO
Revelan que el recluso hallado muerto también habría sido violado en la celda
Se suman más
elementos a las incógnitas en torno al caso del interno que apareció
muerto en una celda de aislamiento. En el penal reina el miedo y el
temor de los demás presos. Crece la hipótesis de que esta muerte fue
para silenciarlo.
El caso del recluso hallado
sin vida el viernes por la mañana sigue sumando elementos que abonan el
desconcierto en la Unidad Penal Nº 6 de San Cayetano, donde los demás
presos se sienten atemorizados. Es que consideran que la muerte de de
Carlos Paniagua (20) esconde algo más.
Descartan el suicidio y
afirman que lo mataron para que no hable. Corre el rumor por los fríos
pasillos de la penitenciaría que Paniagua “iba a contar todo lo que
sabía”, lo cual comprometería incluso hasta la propia cúpula saliente.
El
caso se conoció el viernes alrededor de las 10 cuando el personal de la
cárcel encontró el cadáver. El aviso que se dio a la Policía para que
tome intervención daba cuenta que el recluso “se suicidó”.
Con
esa premisa llegaron los pesquisas, pero en la escena se encontraron
con otras cosas. Una soga, que de plano no sería capaz de soportar el
peso del preso. Actuó la comisaría 20º y el propio fiscal en turno
Buenaventura Duarte, quien se basó en el informe de una doctora para
considerar como muerte dudosa y ordenar la autopsia para despejar todas
las dudas.
Algunas gasas, ropas y sábanas. Al mismo tiempo vieron unas manchas de sangre, lo cual daba cuenta de que habría sido violado.
A esto se le suma que estaba alojado en una celda de aislamiento, con lo cual se descarta el contacto con otros reclusos.
El argumento del porqué estaba allí es que “tenía problemas para relacionarse con sus compañeros”.
Además,
presentaba golpes en distintas partes del cuerpo y en los corridos
indican que recibió una feroz golpiza la noche anterior. Ahora se tendrá
que confirmar si se trató de un homicidio como afirman sus pares, y en
caso de que los resultados confirmen tal certidumbre, escarbar a fondo
para saber porqué.
En este sentido indican que Paniagua con
frecuencia “salía” de la cárcel, con la complicidad de ciertos agentes
de la propia penitenciaría. Lo habrían visto en un automóvil color rojo.
Además
de la golpiza, ahora podría sumarse el hecho que también lo habrían
violado. Un caso que por el momento se presenta con muchas incógnitas
que sólo el paso del tiempo arrojará luz.
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