La CGT de Caló habla de coincidencias con Moyano y no descartan una fusión
Gerardo
Martínez dijo que la división es “transitoria” y vaticinó que “dentro de muy
poco vamos a estar juntos”.
Después del paro del sindicalismo opositor, y
de que el titular de la CGT oficialista Antonio Caló le pusiera un plazo de “dos
o tres meses” al Gobierno para dar respuesta a los reclamos, otro de los
referentes de la central más próxima al Gobierno salió ayer a hablar de las
coincidencias con el sector de Hugo Moyano y no descartó un acercamiento en un
futuro no tan lejano. “¿Cuál es el planteo tanto del compañero Moyano, del
compañero Caló y de todos los trabajadores argentinos, más allá de los
dirigentes?”, se preguntó Gerardo Martínez, titular de la UOCRA. Y, refiriéndose
al reclamo sobre el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, se
respondió: “Es que decimos que tiene que haber una valorización sensata, como
sucede en cualquier parte del mundo sustentable”. Se trata de uno de los
dirigentes gremiales de ese espacio preferidos del oficialismo, a tal punto que
lo impulsabam como candidato a liderar la CGT hasta que se conocieron sus
presuntos vínculos con el Batallon de Inteligencia 601 durante la
dictadura.
Martínez fue incluso más allá: consideró que
la división de la CGT es “transitoria”y vaticinó que “dentro de muy poco
tiempo vamos a estar juntos”. Luego planteó otros reclamos al Gobierno y también
marcó una distancia con Moyano. “También hay que resolver que todavía tenemos
argentinos sin la posibilidad de conseguir trabajo. Es decir, todavía tenemos
desocupación, marginación, todavía tenemos hambre en nuestro país”, dijo en
declaraciones a radio Mitre, y agregó: “Las diferencias que nos llevaron a
separarnos en su momento fue cuando Moyano empezó a tener un posicionamiento
político, como cuando pidió ser vicepresidente, vicegobernador o una lista de
diputados”.
A partir del paro del martes, organizado por
Moyano y Pablo Micheli, referentes del sindicalismo opositor, se tornaron algo
más difusos los límites entre los dos sectores de la CGT. Parte de los gremios
enrolados en el espacio liderado por Caló, como los ferroviarios y los
colectiveros, adhirieron a la jornada de protesta. Luego Héctor Daer, secretario
de prensa de la CGT oficialista, salió a pedir que la Casa Rosada “escuche los
reclamos de los trabajadores que realizaron el paro” y equiparó los pedidos con
los propios, expresados “a través del diálogo”: la suba del mínimo no imponible
en Ganancias, la universalización de las Asignaciones Familiares y la deuda con
las obras sociales. Y el propio Caló, en una entrevista con Clarín , fijó
un plazo de “dos o tres meses” para la respuesta a esos reclamos. El senador
kirchnerista Aníbal Fernández, en las primeras reacciones del oficialismo al
paro, le había dado al metalúrgico un motivo para tomar distancia al calificar a
Moyano de “traidor” y compararlo con Augusto Timoteo Vandor, reivindicado por
Caló. Así y todo, el titular de la CGT oficialista también pronunció frases como
para mantenerse cerca del Gobierno, como cuando consideró que “el paro fue un
éxito porque la gente no pudo pasar”. También aseguró que “va a prevalecer la
inteligencia del Gobierno y la nuestra, nos necesitamos mutuamente”, y habló de
la necesidad de “defender este modelo” económico.
“Yo confío en que la Presidenta, en el
sinnúmero de problemas que debe atender, va a atender este reclamo porque es
justo. No es un capricho”, agregó ayer Martínez, en otro capítulo de la onda
expensiva que provocó el paro del martes, que dejó al descubierto las
coincidencias entre las dos CGT y obligó a la oficialista a levantar el tono y
acelerar los reclamos. Los “dos o tres meses” de Caló y el “dentro de muy poco
vamos a estar juntos” de Martínez parecieron inscribirse en esa dirección
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