Guiño para negociar con el Club de París
La inflación de enero de 2014 fue finalmente del 3,7%, un número mayor
al que se esperaba en los mercados; dato que, curiosamente, fue tomado
como más que positivo por los operadores económicos y financieros.
Sucede que la interpretación general es que ahora sí el Gobierno de
Cristina de Kirchner comenzó a reconocer la realidad del alza de precios
en el país (característica del nuevo indicador Índice de Precios al
Consumidor Nacional Unificado, IPCNU, presentado la semana pasada en
sociedad).
Más allá de las consecuencias internas, el principal legado de haber
presentado un índice real en tiempo y forma, es que a partir de ahora se
destraba para el país la relación con el Fondo Monetario Internacional
(FMI), que públicamente bendijo, con diplomacia el dato presentado
ayer.
A menos de media hora de terminado el mensaje de Axel Kicillof en
conferencia de prensa, el vocero del organismo que dirige Christine
Lagarde anunció que “tomamos nota del nuevo índice de precios al
consumidor en la Argentina hecho público hoy. La publicación de un nuevo
IPC nacional a finales de marzo de 2014 era una acción especificada en
la decisión del Directorio Ejecutivo del FMI de diciembre 2013 con
respecto a la provisión de datos de la Argentina al Fondo”.
Rice dijo además que “el Directorio Ejecutivo del FMI examinará de
nuevo este tema de acuerdo con el calendario especificado en diciembre
de 2013 y en conformidad con los procedimientos establecidos en el marco
legal del Fondo”.
Si ahora el Ministerio de Economía sostiene los datos presentados el
jueves en la continuidad del nuevo IPCNU, hay garantías explícitas que
el FMI analice en abril, en la próxima reunión del Directorio del
organismo, la marcha del indicador, y que hacia septiembre próximo (o
aun antes) se le levante a la Argentina la “moción de censura” que aún
pesa sobre el país.
Lo más importante del IPCNU, en cuanto a la relación con el Fondo será
que se le liberará a la Argentina la alternativa de abrirse a una
revisión de las cuentas estadísticas dentro del esquema previsto en el
artículo IV de la Carta Orgánica del FMI.
En otras palabras, y si políticamente la decisión es tomada por
Cristina de Kirchner, los técnicos del Fondo podrán revisar las
estadísticas y dar por aprobada la revisión. Antes, y sólo con la
próxima aceptación de una misión del FMI, la Argentina liberará la
posibilidad de un acuerdo definitivo con el Club de París para
regularizar la deuda de algo más de u$s 10.000 millones que se mantienen
con los estados acreedores unidos en ese organismo.
Según los últimos datos que llegaron a Buenos Aires sobre la marcha de
las negociaciones con estos países, Alemania y Japón se mantenían
irreductibles en la decisión de sostener la intervención del FMI; aunque
sea en una participación light. Con la inflación regularizada y el
Fondo aprobando el índice, la revisión prevista en el artículo IV será
ahora posible. Obviamente dependerá igualmente de la decisión política
de la jefa de Estado. Con respecto a la inflación, la estrategia del
Ministerio de Economía ahora es la siguiente.
Saben los hombres de Axel Kicillof que febrero también será un mes de
alta inflación y con un incremento importante del flamante IPCNU.
Incluso que el dato podría ser aún superior al 3,7% de enero y llegar a
un primer trimestre de 2015 con un alza del 10%. Así, en sólo tres
meses, la nueva inflación superará a todos los diseños gráficos de
Guillermo Moreno y su intervención en el INDEC desde 2007 hasta 2013.
La intención es mostrar que desde abril el indicador comienza a ceder y
que lentamente el alza de precios se va ubicando por debajo del 2%
primero, y del 1% después. Si así fuera, el acumulado anual para todo
2014 sería de menos del 30%; un nivel que, según la opinión de la
mayoría de los economistas, mostraría que en el peor año inflacionario
de todos los períodos de Gobierno del kirchnerismo (incluyendo una
devaluación), la variable está finalmente controlada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario