lunes, 10 de febrero de 2014

HUBO CORTES DE ENERGÍA Y PROBLEMAS DE SONIDO

El lujo de Corrientes se hace alegría de carmaval

La segunda noche de puntuación hizo del corsódromo Nolo Alías un campo de batalla, donde el desfile de sus protagonistas coronó de alegría la noche sabatina. Más nutridas y completas, las comparsas y agrupaciones musicales nivelaron la competencia, mejorando el espectáculo. Samba Show brilló en la oscuridad, tras un corte de luz.
 

Si la noche del viernes fue ideal para verlo sentado (poca gente, muchas bajas de integrantes), el sábado fue todo lo contrario, las comparsas y agrupaciones musicales completaron sus grupos, se mostraron más robustas y los comparseros complacieron al público que no paró por un segundo, salvo durante media hora de espera a causa del corte de energía que afectó al Corsódromo Nolo Alías. Tras las primeras pruebas del carnaval 2014, ahora será tiempo de recomposición mientras las comparsas se meten de lleno a la primera instancia el miércoles en el Show de Comparsas.

Nuevamente la generosidad de la noche ofreció un clima agradable para saborear un espectáculo único en el país donde más de 2.500 comparseros despliegan el carisma, la pasión y la creatividad de una genuina expresión artística. A medida que las gradas se iban ocupando, que estuvo ocupado en un 75 por ciento de su capacidad, a las 23 comenzó el ruedo de las comparsas y la primera en ingresar fue Copacabana, que no varió mucho a lo presentado el viernes. La “pionera del carnaval” desfila con mucho entusiasmo, donde la fuerza de sus integrantes es vital para poder equilibrar su desfile con una propuesta artista que no logra convencer. “Los reyes de la década” florece en la propuesta coreográfica de algunos grupos y en la personalidad de algunas de sus figuras que hacen lo suficiente para animar al público.

Más oxigenada que en su desfile inicial, Arandú Beleza soltó su enjambre de figuras para cautivar las miradas de todos. Las “máquinas del hombre”, el ala apertura volvió a devastar a su paso dejando el camino allanado para el paso de la comparsa del “axe”.

Como es habitual, “Las bahianas” conmueven tanto por el compromiso como por su espíritu de carnaval que fueron echando raíces para sembrar emociones a su paso. En cuanto a los carros, Arandú Beleza tiene creatividad, pero no el gusto por el detalle, un mal que nunca lo supo solucionar.


Nuevamente sus figuras lucieron sus encantamientos, Virginia Acosta comandando al Águila, la Kurupira Gicela Ramírez Méndez a la monta de una serpiente, como también la gracia de Fiorella Estigarribia, Florencia Mendoza, entre tantas otras que van regalando sus bellezas. También la destacada presencia de los grupos, algunos de excelente performance, otros de notorias desprolijidades coreográficas, muchos frente al jurado, un punto a mejorar. En general, Arandú Beleza mejoró respecto al año pasado, queda mucho camino por andar, ajustar algunas cuestiones quizás le serviría para ser la sorpresa.




 Sobre el umbral de la medianoche, Ará Berá volvió a resplandecer al carnaval y nuevamente se la vio confiada, con mucha energía y dispuesta a pelear hasta las últimas consecuencias para defender su corona. “La revolución” es una secuencia cinematográfica de las revoluciones que hicieron historia en el mundo y sin mucho más que contar el pasado, logró una armoniosa propuesta artística.

Hay muchas figuras que cada año sorprenden, una de ellas es Luisa Vallejos, verla es un encanto y su vestuario es de los más elogiados del carnaval, este año no es la excepción con el “Grito patrio”. Sus escoltas, la realeza del Río de la Plata a cargo de Virginia Mancuso y Carlos Samudio son como tantos otros dúos el prestigio coreográfico que cuenta la comparsa. Al igual que los bolcheviques Augusto Fernández y Lucrecia Chamas o los chinos Valentina Balbi y Joaquín Sosa, por nombrar algunos.

Son varias las majestuosas carrozas, como también los trajes, uno de ellos el que porta Emanuel Gómez, representando al pueblo campesino de China. Por lo general, el buen espíritu de carnaval en Ará Berá radica en la música, con un repertorio propio que por momentos es pegadizo aunque aún no logra cautivar por completo al público, no al menos como cuando suena su marcha, un recurso muy bien aprovechado.

Tras los inconvenientes con la energía, con un corte que sufrió durante el paso de Samba Show y que demoró más de media hora el ingreso de Sapucay, la comparsa cambió rotundamente lo propuesto en la primera noche. El “gallo” se mostró radiante, entusiasmado de inicio a fin y con un notable ánimo que repercutió notablemente en las tribunas.

La joya de la comparsa sigue siendo el esquicito gusto por el vestuario, una gema que logra la pluma de Horacio Gómez y que pone a la comparsa como favorita del carnaval. Si bien preocupó el inicio con el “pie izquierdo”, todavía falta mucho camino por andar y aquí puede pasar cualquier cosa.

Lo bueno en Sapucay fue la reaparición de innumerables figuras, entre ellas la siempre reina Beatriz Vallejos Schulze, quien desfiló condensando su pasión con su belleza, representando a la tierra guaraní. Si bien la comparsa sufrió serios problemas en el sonido, (quizás por el efecto apagón), fueron los comparseros el motor de empuje de una comparsa que sólo necesita pequeños ajustes para demostrar que está espléndida. Aparecieron algunas alegorías, como la gran piedra azteca de Belén Quincose, que aportaron un granito de arena.

Lo más destacado del sábado fue el extraordinario trabajo de los grupos, excelentes coreografías, entusiasmo y mucha confianza le permitieron ofrecer un desfile que resonó en el ánimo de la gente.

Una de las rarezas es verlo a Carlo Lanceri en una carroza, que si bien luce a la luz de su pasión, es un talento desperdiciado que podría aportarle mucho si estuviera “suelto”. Por lo general, la comparsa demostró el gran trabajo que tiene detrás y que a diferencia de Ará Berá que arrastra un trabajo de principio de año, el “Gallo” en menos de dos meses logró una puesta artística admirable. Ahora todo dependerá del trabajo técnico y el desarrollo de sus delegados, quizás el triunfo de Sapucay pueda estar en el trabajo de sus colaboradores.

Queda mucho por recorrer, pasó el primer fin de semana, el mal llamado “de prueba” y en adelante cualquier error será imperdonable ya que hay una ajustada competencia y perder puntos ahora será el desenlace de un mal. Feliz Carnaval.

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