MUSICA

Los fans recuerdan a Gilda, a 16 años de su muerte

 

Las redes sociales explotan con mensajes de agradecimiento.

 La cantante tropical falleció junto a su hija, su madre y tres

 músicos de la banda en 1996, en un choque camino a Concordia.

 

“16 años... Llegó el día en que se nos mezclan tantas emociones imposibles de describir. ¿Uno está bien? ¿Está mal?... No lo sabemos. Solo sabemos que el sentimiento que Gilda nos provoca es enorme y cada día, cada año que pasa, lejos de desvanecerse, se agiganta”. Ese es uno de los mensajes que tantos fans van dejando en la página de Facebook “Gilda, sentimiento AG”.

Es que hoy se cumplen 16 años de la trágica muerte de Miriam Alejandra Bianchi, alias “Gilda”, una mujer que incursionó en la música a sus 29 años y que se convirtió con el tiempo en un ícono de la música tropical argentina. Es por eso que muchos de sus seguidores publican fotos, videos de sus hits y le dedican alguna oración de agradecimiento.

“Adorable Gilda los abraza fuerte a todos y les pide que nunca dejen de demostrar su cariño y amor por Gilda. Nosotros vamos a estar siempre presente, con nuestra labor de mantenerla vigente, como tantos otros también, llevando su legado donde aún no haya llegado”, escribió otro fan en la red social.

Gilda comenzó su carrera artística a los 29 años, cuando recién separada de su primera pareja decidió presentarse a una entrevista por un aviso clasificado que buscaba vocalistas para un grupo musical. Allí conoció a Juan Carlos "Toti" Giménez, tecladista y compositor, quien en 1990 se convertiría en su nueva pareja.

A lo largo de la década, Gilda editó cuatro discos: "De corazón a corazón", "Corazón herido", "Pasito a pasito" y "Corazón Valiente", estos dos últimos pilares de la popularidad que luego de su muerte llegaría a rincones insospechados.

El 7 de septiembre de 1996, en el kilómetro 129 de la ruta 12, camino a Concordia, en Entre Ríos, un camión embistió al micro donde viajaban Gilda, músicos de la banda y parte de su familia. En la tragedia murieron ella, su madre, su hija Mariel y tres músicos de su banda.

Después del accidente su figura se convirtió en objeto de fe, devoción y culto. Al costado de la ruta sus seguidores crearon un santuario lleno de flores, fotos, objetos personales y velas.

Muchos milagros le son atribuidos y algunos hasta la llaman "Santa Gilda".